Los cuatro pilares del desarrollo organizacional consciente capitalismo consciente

Los 4 pilares de un desarrollo organizacional consciente

Muchas empresas han ido girando hacia un desarrollo organizacional consciente, que les permita adaptarse al nuevo paradigma social.

Y es que la humanidad no ha dejado de evolucionar, puede que biológicamente nos veamos igual que hace miles de años pero mental y socialmente hemos cambiado de forma radical.

Cada tanto tiempo tienen lugar cambios de paradigmas que influyen en el desarrollo de la sociedad y que indiscutiblemente generan un impacto en la economía.

Uno de esos cambios es el estado de consciencia más elevado de la humanidad, en el cual nos preocupamos más por nuestro hogar (planeta), por el bienestar de las personas que nos rodean y por el nuestro propio.

Y las empresas no han sido ajenas a esta nueva forma de ver la vida, de relacionarnos con los demás y con nuestro entorno.

De manera interna las organizaciones han sentido en carne propia la rotación de personal causada por condiciones laborales que no satisfacen a las nuevas generaciones de trabajadores.

Además los consumidores ahora desean productos y servicios más saludables, que generen el mínimo impacto ambiental y que ofrezca beneficios para las comunidades.

Así fue como se presionó para que se sancionara la “Ley de Plazos Justos”, una ley que estipula que todas las empresas deben pagar más rápido a las mipymes; en un plazo máximo de 45 días a partir de 2022.

¿Y esto no es Responsabilidad Social Corporativa acaso?

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Responsabilidad social corporativa VS Desarrollo Organizacional Consciente

La RSC es una iniciativa muy valiosa para las organizaciones, el medio ambiente y la sociedad en general, sin embargo se queda corta frente a lo que estamos viviendo hoy en día, que es agregar valor y pensar en serio en los demás.

Las empresas socialmente responsables buscan una certificación, la cual algunas veces no responde a las necesidades de las comunidades. Mientras que las empresas con un desarrollo organizacional consciente buscan agregar valor a todos sus grupos de interés.

Y es que el mundo empresarial ha tenido que responder a un nivel de consciencia superior de las personas, viéndose obligado a tomar decisiones difíciles para adaptarse, evolucionar y no nadar contra la corriente.

Un símil que nos presenta la naturaleza lo encontramos en las orugas, cuyo único propósito fundamental es el de alimentarse, y en el comer está todo su nivel de consciencia.

Pero cuando llega el momento, deben desprenderse de su etapa larvaria y transformarse en una mariposa. De esta forma agrega belleza y valor a su existencia ya que ahora es un actor en la polinización cruzada.

Es una forma de ver cómo la humanidad se encuentra en un estado de consciencia diferente y en consecuencia se organiza para responder al nuevo paradigma.

Los pilares del capitalismo consciente

Los pilares del capitalismo consciente

En prácticamente un siglo, la humanidad ha superado una gran cantidad de acontecimientos que la han marcado para siempre; la Revolución Industrial, Dos Guerras Mundiales, la Caída del Muro de Berlín, la Guerra de Vietnam y el consecuente movimiento de Paz y Amor de la onda Hippie.

Ahora se nos suma una pandemia que detuvo el mundo por unos meses y lo arrodilló por mas de un año.

Todo esto ha llevado a las personas a plantearse la necesidad de un Propósito Fundamental para sus vidas. La necesidad de algo más trascendental que el materialismo en sí mismo.

Lo de nacer, crecer, reproducirse y morir ya no explica el propósito del ser humano, ahora queremos ser mucho más que eso.

1. Propósito Superior

Así como las personas buscan un propósito en su vida, las empresas deben hacerlo del mismo modo.

El propósito en cualquiera de los dos casos debería responder a las siguientes preguntas:

  • ¿Cuál es tu razón de existir?
  • ¿Para qué existes?
  • Si no estuvieras aquí mañana ¿de qué se perdería el mundo?
  • ¿Cuál es tu regalo al mundo?

Es un concepto que tiene mucho que ver con el Ikigai japonés “la razón de vivir”, “la razón de ser”.

La idea es que puedas plasmar en una frase corta y concisa tu propósito superior.

Por ejemplo el de Mesunos Org es: “Promover el desarrollo social con sostenibilidad ambiental”.

Esta frase debe conectar significativamente con las personas, debe resonar o vibrar con todo el mundo, pero que se diferencie de la misión y la visión de la compañía.

La misión es la estrategia que vas a seguir para llevar a cabo el propósito.

¿Cómo hacer para que el propósito superior prospere?

El Capitalismo Consciente no niega la base misma del capitalismo que es hacer dinero, solo que la consecución de ese beneficio económico termina siendo una consecuencia no el objetivo en sí.

Para que esto suceda, es necesario que el Propósito Superior o Noble, responda a las necesidades de la sociedad, el propósito debe ir encaminado a solucionar algo en el mundo que necesite ser atendido.

Los nuevos consumidores tienden a sentirse más atraídos por este tipo de empresas. Empresas que comunican de forma clara que no vienen a “vender” sino a solucionar problemas.

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2. Integración de los Grupos de Interés

Los Grupos de Interés o Stakeholders, son todos aquellos grupos que directa o indirectamente se ven impactados por la actividad de la empresa.

Estamos hablando de empleados (talento humano), clientes, proveedores, accionistas, vendedores y comunidad en general.

La integración con los grupos de interés busca maximizar los beneficios para esas personas.

En una organización consciente, los grupos de interés están definiendo el negocio, todos y cada uno de ellos tienen algo que decir, le aportan a la innovación y al desarrollo de la empresa.

¿Te has sentado con tus clientes, proveedores, empleados o con la comunidad donde opera tu negocio a hacerle las siguientes preguntas?

  • ¿Cómo mejoramos el negocio?
  • ¿Cómo generamos más valor para las personas?
  • ¿Cómo podemos ayudar más?
  • ¿Cómo generamos más abundancia y prosperidad para todos?

Al principio de este artículo hablábamos de la “Ley de Plazos Justos”.

Pequeñas empresas se ven ahogadas porque se las obliga a financiar a las grandes compañías que cuentan con músculos financieros más robustos.

Así que estas pequeñas empresas no pueden crecer, no se pueden desarrollar y por ende no pueden aportar valor a la sociedad y los servicios ofrecidos cuentan con un menor potencial.

Si tu cuidas a tus proveedores pagándoles lo justo y en tiempos acordes, ellos podrán invertir en innovación, en tecnología y en formación, agregando mas valor a lo que ofrecen.

Igual que la vida forma un ecosistema, los grupos sanos de interés conllevan a un sistema sano de negocios.

Empleados felices – El principal grupo de interés

A menos que construyas autos de forma automatizada y los vendas por Internet, es muy seguro que necesites de un grupo de talento humano que te ayude a mantener tu empresa.

Tus empleados son la cara visible de la compañía (sus embajadores), son las personas que hablan a diario con tus clientes y quienes resuelven sus inquietudes.

Pero muchas empresas no son conscientes de la importancia de su talento humano. Es común ver negocios con alta rotación de empleados y esa alta rotación de personal termina siendo desgastante para la empresa.

No solo tienen que invertir cuantiosas cantidades de dinero en formación, sino que pierden valioso tiempo adiestrando personas que no se entregarán del todo a la empresa y a los pocos meses se retirarán… Y vuelva a empezar.

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En cambio, si los empleados tienen seguridad, tranquilidad, son escuchados y se les permite y anima a florecer y ascender en la compañía, podrán crear la innovación suficiente para hacer mejor su trabajo y para atender mejor las necesidades del cliente.

Estos empleados van a generar un círculo virtuoso en el que el cliente se sienta totalmente integrado y en el que termine amando la organización en la que compra.

Ya lo decía Richard Branson, el fundador del grupo Virgin. “Los clientes no son lo primero, los empleados son los primero. Si cuidas de tus empleados, ellos cuidarán de tus clientes”.

Y me atrevo a decir que cuidar a tus empleados es la forma más inteligente de poner de primero a tus clientes.

¿Y qué pasa cuando hay crisis?

Crisis, crisálida, crisol, Cristo, comparten una misma raíz etimológica e invitan a la transformación y a la evolución.

Así que no le temas a las crisis, porque son el mejor momento para la innovación y el desarrollo de nuevas posibilidades, porque aunque no lo creas, durante la crisis sanitaria de 2020 muchas empresas lograron adaptarse y otros nuevos negocios surgieron de la nada.

Y aún en esos momentos de crisis, unos grupos de interés que se sienten escuchados y parte fundamental de la organización, son capaces de aguantar la tormenta, ya que éstas personas están alineadas con tu propósito de agregar valor y de cambiar el mundo.

3. Liderazgo Consciente

Los verdaderos líderes son capaces de integrar la mayor cantidad de perspectivas posibles.

No son los jefes o directores de departamento que dan órdenes y creen que solo ellos tienen la varita mágica y la verdad absoluta sobre lo que es mejor para la organización.

Los líderes son personas que tienen inteligencia emocional, por lo que saben manejar sus emociones y además poseen inteligencia sistémica, cuyo objetivo esencial es aumentar la conciencia sobre lo que nos ocurre y cómo funcionamos los seres humanos.

Si tu eres un jefe que solo busca exprimir a tus trabajadores, tus empleados te van a dar lo mínimo para que no los despidas. Pero su pasión, su entrega y su creatividad no la vas a tener.

Serán personas que trabajan en función de la “hora nalga”; son los que están sentados calentando un puesto de trabajo, mirando el reloj y levantándose cada 15 o 10 minutos al baño o a por un café.

Lo que en definitiva mata la productividad de tu negocio.

Y el día que venga otro empresario con un propósito superior, que desee ayudar a tus empleados a florecer y evolucionar, ese día tus empleados te dirán: “Adiós y que gracias”.

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¿Cómo saber si eres un líder consciente?

“Por sus frutos los conoceréis” Es fácil identificar a un verdadero líder del que no.

Si no estás seguro de cuál de los dos eres, es tiempo de que examines la forma como vives, pregúntate cómo está tu gente, tu equipo de trabajo.

Si tu equipo de trabajo pudiera elegir la persona que lidere un nuevo proyecto de tu compañía, ¿te elegirían a ti?

Si nadie quiere trabajar contigo, entonces no puedes liderar un equipo y por ende no le puedes generar valor a la empresa.

También debes examinar la forma como se relaciona tu equipo, si ves que compiten entre ellos, se pelean, se tiran la pelota de la responsabilidad o sencillamente no se comunican, tú como líder tienes un problema que debe ser resuelto.

Y lo mas importante, un verdadero líder promueve los liderazgos, entiende que la forma mas inteligente para que los procesos avancen es brindándole confianza y libertad a su equipo para se lidere a sí mismo, para que experimenten y florezcan.

4. Cultura Organizacional Consciente

La cultura es todo aquello que pensamos que se debe hacer para progresar, es la forma como nos comportamos; si saludamos, nos despedimos, si pedimos el favor, damos las gracias o si somos puntuales, por poner solo unos ejemplos.

La cultura también tiene que ver con la confianza, donde los números son abiertos y las personas no tienen miedo a opinar e intervenir.

La cultura organizacional consciente debe ser nuestra mejor estrategia de crecimiento y debe ser aquello que nos identifica y que marca un diferencial frente a nuestros competidores.

¿Por qué tener una cultura organizacional consciente?

Imagina un bebé en su etapa de gateo, ya tiene la suficiente fuerza y destreza para desplazarse a su antojo por un lugar.

Luego siente la necesidad de apoyarse sobre una pared para poder erguirse en sus dos piernas y mantener el equilibrio.

Ahora el paso siguiente es caminar, pero para hacerlo deberá desprenderse de lo que ya ha logrado, que es mantenerse en equilibrio.

Quiero que te quedes con esa imagen; ya que muchas empresas se cuestionan constantemente si deberían dar el siguiente paso o no.

Para muchas compañías ha sido rentable tratar a sus empleados con gritos, presiones o amenazas y en algunos casos hasta engañando a sus clientes (buscan «sacarles la plata» como sea).

Pero las nuevas generaciones de trabajadores ya no buscan jefes, anhelan trabajar al lado de líderes que los motiven a ser una mejor versión de sí mismos.

Y los nuevos consumidores buscan adquirir productos y servicios de empresas que generen valor a la comunidad, al medio ambiente y al mercado, por consiguiente serán estas empresas las que prosperen.

Empresas con un desarrollo organizacional consciente.

Por: Julián Socha


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