Impactos del turismo rural en La Mesa

En el marco del curso brindado por el SENA EMPRENDE RURAL en el municipio de La Mesa, nuestro compañero Jose W. Vergara que se graduó como Emprendedor promotor de programas turísticos rurales locales, nos comparte sus apreciaciones finales con respecto al análisis del documento: El valor estratégico del turismo rural como alternativa sostenible de desarrollo territorial rural

¿Cuáles son los impactos del Turismo Rural, desde la perspectiva agropecuaria y de Desarrollo Rural?

De acuerdo con el profesor argentino Hernesto Barrera, “en términos de impacto de turismo rural, desde la perspectiva agropecuaria y de desarrollo rural… indica que se pueden abordar los siguientes aspectos: diversificación, creación de empleo y fomento del arraigo rural, protagonismo de la mujer y los jóvenes, revalorización del patrimonio cultural, arquitectónico, antropológico, paleo-arqueológico y ambiental. Incremento de los ingresos del establecimiento por agregado de valor; mejora de la comercialización de la producción y fomento de la asociatividad”

Y en este sentido se considera el turismo rural como una gran alternativa estratégica de revitalización territorial rural, reactivación económica en un marco local de desarrollo en torno al turismo rural y también como artífice de una nueva identidad territorial.

Nuestro municipio de La Mesa, siempre fue conocido por ser un territorio con vocación agrícola, especialmente alrededor de monocultivos como el mango (Inspección de San Joaquín) y la naranja en otras inspecciones y veredas del municipio.

Pero a partir de unos ocho años para acá se le empezó a dar énfasis al desarrollo turístico de La Mesa como eje central de dicho desarrollo, con las perspectivas optimistas de la generación de una economía fuerte y estable, alrededor de las diferentes actividades relacionadas con el turismo en la región del Tequendama.

De acuerdo con esto, la diversificación se ha estado implementando en varias modalidades de turismo que van desde agroturismo, avistamiento de aves, turismo arqueológico (pictogramas y jeroglíficos de las tribus Panche en el territorio), hasta senderismo por los caminos reales y ancestrales de los pueblos indígenas.

En este sentido, estas actividades han creado empleos y fomentado entre los jóvenes emprendedores rurales un sentido de pertenencia y arraigo con el territorio, (gracias a las capacitaciones del SENA en el área de turismo sostenible enfocado a la ruralidad).

Se ha revalorizado también el patrimonio histórico y cultural como el del aprecio por petroglifos y pictogramas de la cultura Panche, los cuales han llevado al inicio de emprendimientos alrededor de estas temáticas. Por ejemplo en la inspección de La Esperanza y en la vereda Doima del municipio de La Mesa.

Esto ha conllevado a un nuevo perfilamiento de empleabilidad entre las poblaciones de jóvenes y mujeres, lo que ha implicado un gran sentido de pertenencia con sus terruños y una visión a futuro de nuevos emprendimientos alrededor del turismo rural.

¿Qué es el Capital Rural?

De acuerdo con el documento: “el capital rural es el potencial endógeno de desarrollo de un territorio, definido por sus características específicas ya sean de tipo natural, físicas y sociales, y es la base de los procesos productivos en los espacios rurales por ser el principal proveedor de bienes y servicios para las agroindustrias o directamente para los consumidores, por esta razón se puede ver como un activo patrimonial territorial”.

Considera el texto que el capital rural de un territorio eleva el carácter único de identidad de ese territorio y se puede reflejar en un desarrollo sostenible en lo agrícola, lo ambiental, lo social, lo económico y lo político institucional.

El capital rural se inserta en los procesos de diversificación productiva en el que se puede sustentar la economía de un territorio, incorporando innovaciones en productos, procesos productivos, y la gestión alrededor de esos productos y que son los que se presentan como una alternativa tangible de desarrollo.

¿Cuáles son las principales modalidades del Turismo Rural?

Partamos del principio de que el turismo rural comunitario es toda actividad turística que se desarrolla en un medio rural y que fomenta la participación de la población local. El turismo rural es un turismo inclusivo y sostenible que beneficia a la comunidad y que brinda experiencias agradables y únicas a los visitantes.

Entre las principales modalidades de turismo rural tenemos: etnoturismo, agroturismo, turismo arqueológico, avistamiento de flora y aves, senderismo, caminatas por caminos ancestrales, talleres artesanales, vivencias místicas, turismo gastronómico, etc.

En el municipio de La Mesa encontramos un turismo rural que cada vez está cogiendo más fuerza y colocamos algunos ejemplos como el del Agro parque Sabio Mutis, el Parque Makute, Macadamia, Parque Tukui, además de otros emprendimientos como Mangotopia y el Grupo emprendedor inspección de la esperanza y otros que permiten a los turistas disfrutar de otras atracciones naturales como El Salto de las Monjas o la visita a la ruta del tren, o las diferentes estaciones de la Región del Tequendama.

Todas estas modalidades de turismo rural están configurando a la región del Tequendama como un gran potencial turístico a corto, mediano y largo plazo.

¿Por qué la identidad se convierte en un factor de desarrollo endógeno cuando hablamos de Turismo Rural?

El profesor Ernesto Barrera, nos dice que: “el turismo rural no es un negocio de hotelería sino uno que ofrece a los visitantes la singularidad de la cultura y los paisajes de la zona rural, volcados en un producto turístico cargado de identidad local”.

Los territorios rurales son espacios que aglutinan las idiosincrasias de una sociedad y que son parte de su herencia cultural y en este sentido su identidad se convierte en su mayor patrimonio.

Ejemplos de esto lo tenemos en Colombia en lugares como San Basilio de Palenque, donde las comunidades negras han luchado por mantener viva su identidad cultural a través de la música, la gastronomía, rituales e inclusive en la preservación de su dialecto o lengua original.

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Otro ejemplo sería La Chamba, vereda del municipio del Guamo en el departamento del Tolima, donde sus habitantes basan su economía en la fabricación de utensilios hechos con el carbón de sus minas y que ya son parte de su identidad cultural en la maestría de la alfarería, que trasciende sus propias fronteras, no solo de forma nacional sino internacional.

Lo mismo podría decirse del municipio de Ráquira en el departamento de Boyacá, muy conocido por los trabajos de utensilios en arcilla y barro fabricados por sus habitantes mayormente de extracción campesina y que son parte intrínseca de su identidad.

Y de acuerdo al documento… “se puede afirmar que la identidad está implícita en los contextos locales de cada territorio, construidos a través de los años desde los fundadores mismos de una comunidad, fortalecidos y establecidos como lo auténtico de un pueblo y que a la vez representa el principal factor diferenciador entre las comunidades globales”.

La identidad llega a ser según el autor Benedetto: “la marca distintiva de un territorio, rasgo de competitividad o definición estratégica de un perfil productivo, marketing territorial, lógicas de prestigios de los productos, de las formas artesanales, de las condiciones de producción, etc”

La identidad local de un territorio rural es su carta de presentación ante las comunidades externas; la identidad es su huella digital que los representa.

¿Los desafíos del Turismo Rural son aplicables a nuestro Municipio?

De acuerdo al resumen del documento en estudio: “el turismo rural surge como una alternativa turística que esencialmente se caracteriza por desarrollarse en espacios rurales y basarse en principios de tipo ambiental, social, cultural y económico” y no dice en este sentido que: “… el turismo es una práctica social colectiva que se perfila como uno de los principales proveedores de actividades económicas alternativas en espacios rurales…”

Estos desafíos de esta actividad económica alrededor del turismo rural son aplicables al municipio de La Mesa, ya que en alguna medida los emprendimientos turísticos están involucrando sectores que estaban marginados del mercado laboral y que vivían tradicionalmente del “rebusque” y en cierta medida están entrando en esta actividad de turismo rural muchos jóvenes y mujeres que de alguna forma no tenían acceso a un mercado laboral firme y estable.

De la misma forma muchas comunidades campesinas están convirtiendo sus espacios rurales, llámense fincas, casas y terrenos en emprendimientos de tipo turístico, como posadas rurales, restaurantes o sitios de camping, lo que implica que están adentrándose en una actividad que puede solucionar muchos de sus problemas económicos y a la vez darles un sentido de pertenencia y amor por sus territorios.

¿Por que el turismo representa un desarrollo para los sectores rurales, cuando estos mismos han estado marcados y prejuiciados generalmente por la violencia, lo que ha representado una gran barrera para vincularse con estos sectores?

Aunque Colombia ha estado por años inmersa en un ambiente de violencia y de guerra en sus territorios mayormente rurales, han sido las comunidades minoritarias como los indígenas, las comunidades negras y las comunidades campesinas, las que han sufrido la peor parte de esta espiral de violencia.

Esto ha conllevado a unas situaciones de pobreza, marginación y abandono estatal, donde sus recursos físicos, naturales e inclusive de su propia vida han estado en constante peligro de extinción y donde la degradación de su medio ambiente ha sido el mayor protagonista.

Tal vez a causa del proceso de paz que se vive en Colombia y cuya veeduría se lleva a cabo por entidades internacionales y el clamor de las comunidades por el cese de la violencia, ha forzado a que las instituciones gubernamentales entren en un proceso de reflexión en el que se mira con más consideración los sectores rurales del país.

Los propósitos de traer más desarrollo y dinamismo al campo han hecho evidente la preocupación de que los habitantes del sector rural colombiano tengan un mejor futuro económico y social del que han tenido hasta ahora.

Por eso se habla ahora de un desarrollo turístico sostenible en los ámbitos rurales y centrado en el bienestar de sus habitantes. Se trata con esto de equilibrar la balanza en lo social, lo económico, lo institucional, lo ecológico y de igualdad de género. Para ampliar oportunidades de desarrollo para el conjunto de las comunidades.

De alguna forma el turismo rural, aunque todavía en pañales en Colombia, según mi apreciación personal, puede ser el espacio determinante para reducir la pobreza y también para disminuir el clima de violencia por causa de la falta de oportunidades que ha caracterizado a Colombia por muchos años.

Por: Jose W. Vergara