El Río Bogotá tiene dolientes, se trata de un grupo de valientes veedores ciudadanos de Cundinamarca, que buscan a través de su incansable trabajo desde hace 15 años su descontaminación.
El pasado 14 y 15 de diciembre se llevó a cabo el REENCUENTRO CIUDADANO POR NUESTRO RÍO BOGOTÁ, de cara al octavo encuentro de actores de la AGENDA CIUDADANA DE CONTROL FISCAL PARTICIPATIVO PARA LA DESCONTAMINACIÓN DEL RÍO BOGOTÁ y su Cuenca.
Este evento tuvo lugar en el Hotel Habitel Select de la ciudad de Bogotá y fue organizado por la Contraloría General de la Nación en apoyo de la Agenda Ciudadana Rio Bogotá y la red de Veedurías Ciudadanas del Río Bogotá.
El objetivo de este evento era el facilitar el reencuentro y las interacciones de ciudadanía activa en favor de un Río Bogotá LIMPIO, VIVO y en SU CAUCE.
Se hizo una revisión y balance del acontecer y estado actual de los Territorios Hidrosociales de la cuenca del Río Bogotá, y en opinión de algunos asistentes se llega a una misma conclusión; los municipios que tienen injerencia en el Río Bogotá no ha cumplido la Sentencia del Consejo de Estado de 2014 sobre su descontaminación.
Los Territorios Hidrosociales son un concepto técnico que surgió en este espacio participativo que significa RIOS + CUENCAS + GENTES, que tiene mucho que ver con lo dicho por el Ingeniero Robles: “los ríos unen a las gentes”.
Uno de los principales temas de controversia en el marco de este evento fue la Construcción de la PTAR Canoas (Planta de Tratamiento de Aguas Residuales) en el municipio de Soacha, que en contravía de los deseos y derechos constitucionales (Art. 79) de los ciudadanos de este municipio a gozar de un ambiente sano, se planea construir para que reciba el 70% de las aguas residuales de Bogotá y el 100% de las de Soacha.
Al iniciar el evento se hizo un reconocimiento y oración por los 16 líderes ambientales pertenecientes a ese grupo que fallecieron en los últimos años y quienes “murieron con la esperanza de ver el Río Bogotá descontaminado”.
Luego de esto se hizo un trabajo de autorreflexión sobre las fortalezas y debilidades de cada una de las veedurías municipales y en especial sobre la mayor amenaza para el río Bogotá, que es la indiferencia y desprecio de los cerca de 10 millones de beneficiarios de sus aguas.
Otro de los momentos del encuentro se dio durante una actividad que pretendía hacer un reconocimiento de cada uno de los territorios, desde un diagnóstico delas problemáticas ambientales, el accionar de las autoridades, las riquezas ambientales y culturales y la identificación de los actores que harían falta para fortalecer el trabajo de las veedurías.
En este sentido, desde Mesunos.Org, propusimos la incorporación de los medios alternativos de comunicación, creadores de contenido e influencers, que permitan articular una estrategia para hacer más llamativa la actividad de veeduría e incorporar a nuevos y jóvenes actores, que garanticen un relevo generacional.
Y finalizando el evento, el grupo recibió una charla magistral sobre la ética en la función pública y en la acción de veeduría. Una de las analogías que más llamó la atención fue la de “… un cazador que se trazó la meta de cazar un ciervo, pero por la complejidad de la faena, se terminó conformando con un conejo…” Se hizo la reflexión de que como veedores, no nos vendamos por un conejo, ante los intereses particulares de politiqueros y corruptos.